miércoles, 26 de marzo de 2014

El problema soy yo – Por Suciologa

Resulta que en un día de esos de nada que hacer y largas llamadas en horas laborales con mi querida LPDLN, decidimos investigar a ciertos tipos, que de un modo u otro habían demostrado que nos tenían ganas, hoy y más por un ejercicio de sacar un poco la melancolía, el descontento y el estrés que en este momento de mi vida me produce el género masculino, les contaré un poco sobre los dos tipos que investigué.  

El primero es el princeso, si siguen la página de facebook (https://www.facebook.com/OrigasmiClub )saben de qué les hablo, todos los días escribía lo mamerto que era y contaba de a pocos las ridiculeces con las que salía el man. No voy a decir que todo me fastidiaba, porque mentiría, hace mucho tiempo nadie así fuera por mentir se tomaba la molestia de decirme, bueno, más bien de escribirme cosas bonitas, eso alimenta el ego, sin embargo los constantes reclamos, la intensidad, todo el día escribiendo, pero sin concretar nada, resultan un verdadero fastidio, a tal punto que mis amigas terminaron incluidas en esta “relación” ellas disfrutaban de hablar con el man, bueno más bien disfrutaban riéndose de él, pobre, no tiene ni idea. Además el hombre no supo aplicar el refrán de “ quien demuestra el hambre no come”, él era feliz enviándome fotos mostrándome su vigoroso pene, realmente sigo interesada en conocerlo personalmente (ahh por que nunca concreté una cita física con el princeso), pero de solo pensar que con su interesante pene viene él y su mamertés principesca me aburro y prefiero seguir veraneada.

Resulta que hoy hablamos, él man trató por fin de concretar, pero gracias a mi asqueroso servicio de internet móvil y mis pocas ganas de verlo, al final el princeso se indigno, me dijó literalmente “contigo es imposible la cosa”, pero yo me pregunto si me quería ver ¿Por qué putas no llamó?, la respuesta es simple, es un pinche tacaño que no quería gastar minutos y seguramente el plan era besuquearnos en algún parque (cosa que no estaría tan mal) porque mínimo no tenía plata para pagar motel,  así que después de una “pelea” de novios por whatsapp y muchas risas con una de mis amigas, el muy maduro princeso me bloqueo de whatsapp  y elimino de facebook, caray sufro tanto por eso!!

El segundo caso, es el comprometido, la verdad lo último que me imagine era poder hacer trabajo de campo con él, que si me gustaba, ¿a quién no le encanta lo que no puede tener?, sin embargo me hice el pajazo mental que era uno de esos tipos que ya no existen, la gente los llama fieles, pues resulta que el día menos pensado, el man me invitó a salir con otros amigos por supuesto y yo muy inocente (juro que iba muy inocente). Este hombre empieza con la intensidad hasta que llegué al bar donde estaba y en un momento en que nos dejan solos, el man se llena de valor aparentemente y me dice un montón de pendejadas, que yo creo que ni él se las creía, obviamente quedé plop, no respondí nada de nada, y después de conversar de camino a nuestras casas sobre el tema y no quedar en nada, el muy cretino ha dejado de hablar y hoy me eliminó de facebook.

Así que después de analizar detenidamente estos dos sujetos que me tenían ganas, llegue a la conclusión que sí, el problema soy yo, como dicen mis amigas no son lo suficientemente abierta y me falta ser más fácil, el tema está en que yo si soy fácil, pero mi facilidad es selectiva, y lamentablemente los tipos con los que tuve oportunidad de salir de este tedioso verano son un par de fritos, intensos inmaduros, sabiamente LPDLN me dijo hoy, “Querida Suci, el sexo no va a venir a tocar tu puerta, tú debes buscarlo”, quizá ese sea el problema que lo he buscado y no lo he encontrado, y como dicen las curtidas frases de facebook, yo no busco amor, con que no me jodan y tiren rico, soy feliz, pero lamentablemente llegan a mi vida hombres intensos, con novia o esposa más intensa que ellos, o chongos sin gracia, y como digo siempre, que no me quede con el mejor, no quiere decir que no me tome la molestia de elegir.

Así que ya no más videos con tipos, esta vez esperaré a que el sexo en el cuerpo de un  hombre sexy con barba, bien dotado y poco jodón, toque a mi puerta.


Capítulo 8


LA DESPEDIDA DE SOLTERO

Yo sentía el mundo en mis manos! Eran miles de sensaciones al tiempo, frío, luego calor, nuevamente algo parecido al frío y más adelante algo parecido al calor. Realmente no sabía ni lo que sentía. Llegue a sentir como el pequeño viento que entraba por la rendija de la ventana, golpeaba mi antebrazo y hacia que mis vellos se erizaran. Aprecié como cada uno se iba parando poco a poco hasta tener la piel de gallina completamente.

Después de manera momentánea empecé a ver como un calor iba emanando de mi interior, poco a poco. Me concentre en ese calor y descubrí que era de color amarillo. “una energía amarilla proviene de mi interior!” me dije impactado y perplejo, tanto que corrí a verme en el espejo y efectivamente (como si fuera la persona más loca del mundo), vi en el espejo como salía la energía amarilla desde todo el centro de mi cuerpo que al mismo tiempo inundaba la habitación. Empecé a ver como el color de esta energía cambiaba, primero fue rosa, luego roja, después naranja, nuevamente amarilla, después de era verde, como un verde hierva. Cambio a turquesa, se oscureció en azul y finalmente fue de color violeta. Todo cambiaba de color intermitentemente, primero rápido y luego despacio, el ritmo de mi respiración se sincronizo con el cambio de color. Sentía mis palpitaciones en el oído. Lentamente mi cara se fue desfigurando, era un meollo de colores… hasta ser como la cara de un fénix, un fénix de colores, con los colores de la bandera Gay. – ¿Qué putas hace un fénix en mi espejo?- Me llegue a desesperar un poco, miraba por todos lados a ver si era alguien molestándome, pero no encontré a nadie, no vi nada, solo colores emanando de mí y de mi cara de fénix, fue tanto mi impacto que llegue al punto de romper el espejo. -No sabían cuáles eran los efectos de la pepa- Pero estaba eufórico. Mucho! Tanto que no pude olvidar como fue desfigurándose mi cara para llegar a ser un fénix. – Era tan real, era tan yo, era lo que quería ser.

La libertad se empieza a disfrutar desde el momento en que sabes quién eres, y realmente lo ves. Lo entendí en ese momento –Increíble que una pastilla te haga ver esas cosas, seria de mis favoritas de ahora en adelante- Me volví a mirar al espejo, esta vez para arreglarme! Me sentía a reventar, no sabía si bailar o saltar. Creo que era una mezcla entre las dos, movía los pies, los brazos, mi barriga, mi pelvis de un lado al otro, fui por toda la casa mirando que podía ponerme. Puse música a todo volumen. Música de una emisora que siempre odie, pero en ese momento era lo máximo! Todo el sonido entró por mis oídos y recorrió cada esquina de mi cuerpo para hacerme mover a su voluntad. En el espejo era yo! Pero en mis ojos estaba el fénix. Me dije: “Si me tomé ese éxtasis fue para irme de farra” y así lo hice. 

Llamé (a el man que aparece muerto) y le dije que me acompañara a bailar, la noche era para los dos! Ya no tendría más ataduras. Esa noche íbamos a ser como éramos realmente. Me puse un traje de color negro. Vestía de negro, lo sabía por alguna razón, pero en el espejo realmente me mostraba a una mariposa lista para la acción, ellas solo viven un día y les toca aprovechar al máximo, y eso era lo que iba a hacer esa noche. Hable conmigo mismo, me mire y recordé que tenía defectos, pero en mi monólogo, me impulsé nuevamente para salir y me tome otro éxtasis con smirnoff ice lo cual me hizo sentirme más eufórico. Todo era extrañamente hermoso y yo era extrañamente feliz. Me iba a encontrar con el amor de mi vida y estaba dispuesto a escapar con él.

Era sábado, mi último día libre, el gran circo sería mañana, pero esta noche era solo de Alex, nos encontramos en el bar de siempre y tuvimos el mismo sexo maravilloso, nos fuimos para su apartamento porque yo quería mas, el también se había metido una pepa antes, así que el sexo de esa noche fue el mejor (y el último) de toda mi vida. 

Subimos desesperados, el placer nos llamaba, no puede aguantar y con la misma correa que desató por primera vez me pidió que le atara la correa a su cuello, quería llevar esto a otro nivel, estaba en cuatro ante mí, lo penetré e instintivamente tomé la parte que sobraba de la correa, tiraba con mucha fuerza, el gritaba y me pedía que parara, pero yo estaba en otro lado, no podía escucharlo, o tal vez no quería escucharlo, solo podía pensar en mi pene explotando adentro de su ano, así que continúe, sin oír gran cosa, por fin llegue a mi clímax.

Llegó el momento de mi gran pajazo mental, me di cuenta que en realidad quería a Ana Sofía, pero no tanto como ella quería, recordé la frase que sentenció Cata cuando me dijo que ella terminaría casándose conmigo, ¿cómo pude hacerle tanto daño?, después de todo no es una persona mala, y lo peor de todo, ¿cómo pude hacerme tanto daño?, he vuelto la vida de todos una mierda, gracias a mis maricadas y el miedo de mostrarme como soy, solo por lo que la gente pueda llegar a decir, ha hecho que yo haga las cosas más terribles del mundo. Me día cuenta que Alex valía mucho más que yo, por lo menos él si sabía y tenía claro quién era, no tenía que andar escondiendo su sexualidad ante todo el mundo, seguramente era eso lo que tanto me encantaba de él.

Sentí una luz que golpeaba mis ojos, era la luz del sol, abrí los ojos, poco a poco fui saliendo de mi trance y me di cuenta que Alex todavía llevaba puesta la correa en el cuello, me alcance a excitar de nuevo, pero agudicé un poco más la vista y me di cuenta que no se movía, parecía no respirar, aún no tenía muy claro que era lo que pasaba. Creo que me acerque y de alguna forma empecé a gritar, Alex! ALEX, él no respondía.

 Su cuerpo yacía al otro lado de la habitación y solo podía escuchar las sirenas de la policía….

miércoles, 19 de marzo de 2014

Capítulo 7


EL DEMONIO
Alex ocupa la mayor parte de mi cabeza, mientras estoy en mi oficina, tratando de hilar frases en un contrato, no puedo dejar de pensar en él, me imagino a él y a Cata teniendo en sexo y realmente la imagen me hace tener nauseas, es mi hermana, mi hermanita, como el maldito pudo meterse con ella, y mejor aún ella como pudo salir con él. Él no es el tipo de hombre que se fija en una mujer como Cata, pero es un perro miserable y se fija en cualquier cosa que camine y le pueda ofrecer sexo. Sexo con mi hermana! por Dios, la imagen me enferma. Esa tarde me prometo hablar con los dos, para saber de qué se trata todo esto.
He citado a Cata en el restaurante donde ahora trabaja Nana, la comida de esa mujer me encanta, si fuera hombre me la llevaría a mi casa sin pensarlo. Cata llega y nota mi cara de preocupación de inmediato.
- ¿ya que te hizo la idiota de Ana Sofía? - pregunta mientras corre la silla y se sienta
- ella no hizo nada, bueno nada fuera de lo común, tengo otras cosas en la cabeza que me están volviendo loco
- Querido tu sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, siempre tendré una opinión, profesional y de hermana para darte - Cata ya estaba tan acostumbrada a mis constantes quejas y decaídas que esto no era para ella una gran sorpresa. No sabía cómo empezar a decirle que era una perra maldita que se estaba comiendo a una de mis parejas
- Cata, es que, como sabes, estoy saliendo con alguien más - Las manos me temblaban y ya estabas sudando - él es bisexual, al parecer acabo de enterarme, y está viendo a alguien que conozco.
- ¿No me digas que es con la zorra de Nana?, ¿por eso estamos acá? vamos a encararla - Cata estaba entre asombrada y de mal genio
- No, y tampoco es Ali...
 Hubo una gran pausa mientras trataba de recobrar el aliento, estaba dándole mil vueltas a la frase en la cabeza "tú te estás comiendo a mi pareja Cata", no sabía cómo decirlo. En ese momento, gracias a Dios, ella rompió la electricidad del momento.
- Si no te molesta he quedado con alguien más, no debe tardar en llegar, no sabía que esto era algo serio y por eso lo he invitado - dijo Cata
- Dale, no hay problema. - Esa podría ser una señal divina para no decir lo que tenía que decir, seguramente si ella era feliz con el maldito infeliz de Alex, yo no podría quitarle esa felicidad.
 Cambiamos el tema y hablamos como de costumbre del circo que estaba armando Ana Sofía para nuestro matrimonio, Luego llegó Nana con nuestros platos y como siempre las mejores atenciones para nosotros, se sentó en nuestra mesa. Justo en ese momento se asomó una figura conocida en la entrada del restaurante,
- Alex! - Gritamos Cata y yo al mismo tiempo. La miré con sorpresa y él nos miró a los dos. Ninguno de nosotros entendía que estaba pasando, solo Nana, ella estaba sentada en su silla comiendo papas y mirando como si estuviera esperando la pelea de telenovela mexicana, Cata me tomó la delantera
- Mmmm veo que se conocen, eso me alegra, me evita el paso del formalismo- Cata trataba de disimular su angustia
- claro, como no conocerlo, seguramente lo conozco mejor que tu - dije y no puede evitar que me sonora venenoso
 Tomé a Alex del brazo y lo llevé a la barra del bar, me miraba con ojos perplejos, pero a la vez estaba relajado, a él pocas cosas le quitaban el sueño, pocas cosas le hacían perder su tranquilidad y evidentemente esta no era una de ellas.
- ¿Qué carajos estás haciendo acá Alejandro?
- Ushh "Alejandro" - Repitió con el mismo tono - Pues Cata me llamó que quería salir y ya
- ¿sabes quién es cata?
- Si, es la nena con la que me estoy revolcando estos días, una bella persona - Alex estaba inexpresivo
- ¿y no se ocurrió pensar que los dos tenemos el mismo apellido? ¿Jaramillo?
- tu eres Jaramillo, ¿no?
- Claro que si idiota - Estaba que le pegaba un puño en la cara - Catalina Jaramillo es mi hermana - La furia estaba saliendo de cada poro de mi piel, solo esperaba una respuesta suya para justificar mi puño en su sexy y hermosa cara
- Pues Nico, sinceramente no se me había ocurrido preguntar el apellido de Catalina, ha sido todo tan sorpresivo, que no me he detenido a pensar nada más allá del sexo - Dijo Alex con perplejidad en su mirada en ese justo y maldito momento, me dispuse a estamparlo contra la pared, sin embargo Nana que estaba viendo todo, salió gritando
- Nicolás y tú, pedazos de idiotas, si van a hacer un escándalo, por favor se van de mi restaurante y hacen su pataleta de niña mariquita fuera de acá - Nana estaba tranquila, pero obviamente no se podía permitir crear mala imagen a uno de los mejores lugares de la ciudad. Salió Cata y todos nos quedamos mirando.
 - No entiendo que carajos pasa acá, así que alguno de los dos puede por favor explicarme de inmediato.
- Claro que si gatita - Alex estaba en modo fiera rabiosa - Lo que pasa, es que mi sexo es tan bueno que se pasa entre la misma familia. Si quieres Nico, deberías presentarme al resto de ella, de seguro también quedaran encantados conmigo. Catalina empujo a Alejandro y este fue a dar al otro lado de la acera.
- Nicolás, por favor explícame que está pasando - Cata trataba de tranquilizarse, pero parece que sus esfuerzos eran en vano
- Cata - Saque mi tono de negociador y dije - Hace rato te estaba contando que estaba saliendo con alguien, pues resulta que ese alguien es Alejandro, me di cuenta que estaba saliendo contigo ayer, cuando los vi en ese antro de la candelaria, iba porque tenía ganas de verlo, pero me encuentro con la imagen de ustedes dos. Él te miraba de una forma tan... tan expresiva, como llena de amor.
- Pues claro que si idiota, claro que me miraba con amor, porque él solo quería sexo conmigo, ayer, en el bar, aún estaba sacando todas sus cartas, para que yo cayera como una pendeja en sus manos. Efectivamente lo hice, pero no porque este enamorada, simplemente estaba ligeramente veraneada y necesitaba sacar esto con alguien. - Cata estaba regresando a su tono natural - sin embargo cariño, te puedo decir que Alex no me interesa en lo más mínimo, si quieres puedes seguir con él, pero no te lo recomiendo, es una persona inestable, dependiente, sin futuro.
- Ey ey ey, tirémonos pasito ¿sí? - Alex trataba de defenderse, pero en esta situación sabíamos perfectamente que los Jaramillo teníamos el juicio para nosotros.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Capítulo 6



EL PRINCIPIO DEL FIN

Esta situación realmente me está volviendo loco, Alejandro es un maldito infeliz, no sé cuál es   el efecto que tiene en mi cuerpo, ni en mi mente, pero parece una fuerza de gravedad, llamándome hacía su lado.  Pero nada en la vida es simple y sencillo, Alejandro no quiere estar a mi lado, él quiere simplemente andar, o correr o volar, o correrse en cualquiera mientras vuela. Tal vez sea el efecto de la marihuana, pero estoy por pensar que lo que me está haciendo Alex es exactamente lo mismo que le estoy haciendo a Ana Maldita sea! la maldita vida nunca dejará de hacerme tragar mis propios actos? A la mierda todo esto.
 En un ataque de ira me levanté de la cama, me acerqué al tocador del baño y empecé a romper todo lo que estaba a mi lado, gritaba, MALDITA SEA, MALDITA SEA! en ese momento mi vida parecía ser insignificante. Entonces decidí salir. Salir a algún lugar, caminé y caminé por las calles, no tengo muy presente donde estaba, porque realmente no prestaba atención al camino. Solo a mi cabeza que seguía diciéndome que yo era un maldito infeliz.
 En un momento me encontré en frente del bar, el maldito bar donde había visto por primera vez a Alex, no supe que hacer, no me moví para ningún lado, solo me quedé en la puerta, mirando, recordando, sintiéndome como un idiota por hacerle daño a Ana y por hacerme daño con una persona como Alex. Mientras miraba para el pasado, salió una pareja, la puerta se abrió y vi de fondo a Alex...
 Por un momento todo pareció tener sentido en mi cabeza y mi corazón, su cara perfecta, su barba desordenada, su cuerpo todo parecía estar llamándome, pero él no me había visto, yo no podía apartar mi mirada de su ser... Pero de pronto me doy cuenta que está mirando a alguien de una forma tan especial, tan diferente a como me mira, tan lleno de luz, paz y tal vez ¿amor? MIERDA, me repito, MIERDA, MIERDA, MIERDA cada paso era una MIERDA; Me acerqué un poco más, sin que me viera, y el corazón me dio un salto. Creo que se me paso el efecto de todo lo que me había fumado, alguien cogió mi corazón y lo volvió trizas, Alex y Cata cogieron mi corazón a dos manos y lo oprimieron hasta hacer saltar sangre por todas las paredes de la habitación.
 Ellos nunca me vieron, pero yo sí y esa imagen nunca la voy a olvidar, mi cabeza es traicionera, pero no tanto, Alex  se había ganado un enemigo más y Cata... Cata, ¿Por qué tenía que ser Cata?, no pudo haber sido con la zorra de Ali  o con la despreciable Nana, no, en definitiva tenía que haber sido mi hermana.
 Mientras mi cabeza giraba, mi cuerpo me pedía sexo, entonces decidí salir a buscar a Ana, esa idiota siempre estaba disponible para mí, cogí el teléfono
Ana entró, ninguno de los dos dijo una sola palabra, pero en sus ojos había amor y deseo, en los míos solo furia y ganas de olvidar todo lo que vi, cuando ya había cruzado la sala, la cogí por la cintura, le di un beso fuerte, mi lengua jugaba con la suya, le cogí las manos por encima de su cabeza con una mano, mientras con la otra le abría el botón del pantalón, logré quitarle esos horribles jeans baratos y con su ropa interior le amarré las manos.
 Todo el tiempo estuvieron por encima de su cabeza, luego me quité la corbata y de una forma no muy suave, le tapé los ojos, ella gemía de placer, o de dolor, no estoy muy seguro, pero fuera lo que fuera me hacía sentir más y más caliente.
 Sus pechos eran perfectos, grandes, redondos y con un color hermoso, un rosado que parecía algodón de azúcar, mordí el izquierdo con mucha fuerza, mientras con la mano oprimía el derecho, ella movía su caderas, pero yo no quería tocarla, solo quería azotarla y explotar. Le di la vuelta y ahí encontré sus nalgas, blancas, casi perfectas instintivamente mi mamo cayó sobre una de ellas, no con mucha fuerza, pero el placer era inigualable, así que lo repetí pero con mucha más fuerza, el sonido fue casi sordo, ella grito, me gustaron esos dos sonidos, así que lo hice una y otra vez, mis nalgadas fueron extremadamente fuertes, Ana lloraba, pero no quería que parara, nunca dijo lo contrario. Me detuve por un segundo y la observe, esta mujer realmente era hermosa y yo era una bestia.
 Estaba contra la pared que divide la sala de la cocina, yo detrás de Ana, así que metí mi mano entre sus piernas y ahí estaba ella, lista, mojada y caliente por mí. Toqué su clítoris y moví mis dedos al ritmo de su respiración, Ana se movía y se quejaba, gritaba y se cogía sus largos cabellos, ya estaba llegando a su orgasmo, entonces saqué mi mano, ella gritó de desesperación, lentamente introduje un dedo, lo moví en círculos mientras el otro tocaba su clítoris, luego metí otro y sentí lo mojada que estaba por dentro, estaba cerrada y sus músculos se contraían alrededor de mis dedos... no quería que tuviera su orgasmo, esta vez era para mí y no para ella, pero ahí estaba lo tuvo y descansó. No dejé que terminará de acoplar su respiración y la penetré con mucha fuerza por el ano, ella grito esta vez estoy seguro que fue de dolor, me moví y mis embestidas llegaron fuertes y llenas de ira. Ella solo gritaba y su cadera se estremecía bajo mis manos, se movía y trataba de satisfacerme... el clímax llegó y así un trozo de tranquilidad.
 La saqué de mí, me fui al baño sin decir palabra, me metí en la ducha para bañarme y ahí estaba de nuevo, la imagen seguramente me iba acompañar por toda la vida.
- ¿Qué esperas Ana que no vienes? ¿O no quieres más de mi?
- Oh, claro que quiero más - Ana venía corriendo.
Me sequé las lágrimas que se disfrazaban con el agua, esta vez Ana tomó la delantera y me acarició el cuerpo, ¿con amor? - no te preocupes, todo va a estar bien - Decía mientras me besaba el pecho - Sabes que lo que sea que necesites siempre voy a estar para ti. Esas palabras entraban en mi piel, no quería pensar, así que puse un dedo sobre su boca, ella lo chupo de una forma maravillosa, luego me miró fijo, se arrodilló y me la chupó. La succionaba con fuerza y sus dientes jugaban con la punta, mordía un poco fuerte, pero delicioso, con su lengua rosaba la punta y me miraba mientras lo hacía, estaba arrodillada frente a mí, yo veía sus senos y mi pene en su boca. No quería venirme aún, pero ella y su boca experta lo lograron.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo 5


LA BODA DE SUS SUEÑOS

Mi secretaria me pasó los mensajes en cuanto llegue a la oficina, luego de una aburrida reunión, me sorprendió encontrar que Allí había llamado, eso no era normal y menos en mi oficina, cuando me fije en mi celular, tenía un par de llamadas perdidas de ella, le devolví la llamada y no contestó, pero era fácil averiguar que necesitaba.

A las 7:30 estaba en el restaurante, Allí, estaba en una mesa escribiendo, me acerqué muy despacio, pero ella me sintió de inmediato, contrario a lo que pasaba usualmente, esta vez me fulminó con la mirada, secamente me dijo –Siéntate -me sentí como cuando empecé a trabajar con mi papá y me regañaba por todo.

-Quisiera saber qué es lo que pasa por tu cabeza de marica, ¿aun sigues pensando en casarte?- realmente estaba furiosa, no supe que decir, y solo asentí con mi cabeza, Nana llegó esta vez pero no para salvar la noche.

Subí la voz, realmente estaba gritando, -Ustedes dos par de perras, hicieron crecer al gigante al comprar el maldito anillo, - cálmate amigo, y baja la voz me dijo Nana, algo preocupada, y me contaron todo el rollo. Resulta que Ana Sofía estaba como loca en un centro comercial buscando el anillo perfecto, les decía a ellas que veía como pasaba la gente y la miraban con cara de loca, que la vieja estaba en un éxtasis que solo ella sentía, que escuchaba voces por todos lados y veía las vitrinas con una mirada insana. Entró a la joyería más cara que encontró para comprar el anillo perfecto, efectivamente lo encontró, era el más caro de todos, estaba decidida en comprarlo, pero Alli y Nana no la dejaron, ellas tenían claro que esto era una idiotez y le dijeron que le comprarían el anillo que ella se merecía, la sacaron de ese ostentoso lugar y la llevaron la tienda del lado, le compraron un anillo de lata, parecía sacado de la calle y hecho por un hippie roñoso.

Estaba también buscando el vestido, se compró un Vera Wang, fue traído por encargo y hecho a medida, seguramente le costó una gran cantidad de dinero, pero no me importaba, ella era quien estaba pagando sus locuras, así que de cierta forma no me importaba que yo tuviera que pagar el resto de la boda, me dijo que tenía que comprarme un traje, pero le dije que ya tenía uno, lo que ella no sabía era que yo pretendía usar el traje Dolce que siempre uso para las reuniones importantes.

La recepción ya estaba programada, iba a ser en el hotel Sheraton el domingo 3 de septiembre, aún me quedaban una eterna semana de vida, el cáncer llamado Ana me estaba consumiendo a cada segundo que pasaba, al parecer ya había hecho metástasis. Fue en ese justo momento cuando desperté y me di cuenta que todo ese cáncer lo había provocado yo, cuando se me ocurrió la linda idea de seguir la imagen que todo el mundo tenía de mí.