Reza
el viejo y conocido refrán “agradece lo que tienes, porque hay otros en el
mundo que están peor que tu” mierda es pura y física mierda, entonces debo
estar feliz, conforme y satisfecha porque en el mundo hay gente que la pasa
peor que yo, me parece indolente y mediocre pensar de esa manera.
Si
bien es claro que en ocasiones las cosas no son tan negras como las vemos,
también reza el refrán “nadie sabe con la sed que vive el otro” no podemos
comparar nuestras cargas con las de los demás ni podemos pretender que a través
de las experiencias nuestras otros encuentren el camino que han perdido, cada
quien es un mundo y cada mundo funciona a su manera, eso es algo que entendí
hace poco.
A
los 24 años me diagnosticaron con depresión severa a los 25 creí que me había
“sanado”, hoy tengo 28 y puedo decir que me siento peor que hace 4 años, y
durante el tiempo de mi sanidad mental me la pase contándole al mundo mi
experiencia y como “salí de ella”, hoy también entiendo que fue solo una
pantalla para jugar a la interesante, no fue consiente, pero sentía que cuando
lo decía la gente me juzgaba menos por mi actitud o estado de ánimo y al
contrario me dio cierta distinción digna de las locas escritoras que a veces
leo.
También
entendí que la tristeza es contagiosa por eso me mantengo en largos estado de
cuarentena, es muy agotador tener la sonrisa puesta y es realmente doloroso
cuando muestras tu sentimientos y te dicen cosas como “pero yo pensé que
estabas bien” “porque te afecta ahora tal cosa u otra” es claro que esa no es
responsabilidad del resto del mundo, sino mía por decidir callarme y no ser más
honesta con mis sentimientos, pero no es justo que quienes te rodean y te
quieren deban cargar con tus defectos de fabrica y así no quieras terminas
contagiando de esa negatividad, me declaro culpable de contagiar a varios.
Es
fácil dar consejos y buscar métodos de todo tipo para tratar de ayudar a las
personas que queremos y que sabemos que no están bien, es fácil decir cosas
como sal de tu zona de confort, sigue soñando, aprovecha lo bonito, no está mal
hacerlo pero a veces sencillamente no entendemos la carga emocional que tiene
la persona a la que se lo decimos, yo he caído mil veces en eso, aun odiando que me digan eso a mí.
El
día de mi cumpleaños desde que amaneció yo solo deseaba que se terminara y
cuando por fin se estaba acabando el día, mi madre en su inmensa sabiduría me
enumero las cosas y personas que están en mi vida por las cuales debo
agradecer, me dijo que contrario a lo que pensaba tenía una vida que celebrar,
lastimosamente nada ni nadie en esa lista en este momento me satisface y esa
vida que quieren que celebre, tristemente es una vida que no me agrada, es una
vida que no quisiera vivir, y se que es mal agradecido decirlo pero es eso lo
que siento, porque yo también hago listas y comparo y para mi mala suerte son
más las derrotas que las victorias, que me he puesto de pie muchas veces, sí,
pero al día de hoy no he podido llegar al objetivo al único objetivo que me
propuse.
Soy
algo así como una anoréxica emocional, pero tengo claro que la única opción que
tengo es sanar eso, aun no encuentro la respuesta y sé que no está en otros,
está en mi encontrar el camino, no es fácil, si fuera tan fácil como usualmente
me dicen que es, puedo asegurar que ya lo habría hecho, pero eso no quiere
decir que no intente buscarlo hasta que lo encuentre.
Hoy
se que si bien no puedo decir que soy un ser feliz se que la búsqueda solo
puedo hacerla yo y a mi manera, que si bien debo tomar el apoyo y las cosas
positivas de quienes me rodean, también se que el cambio se dará cuando esté
lista para hacerlo, buscando la ayuda en lo que crea que es mejor para mi sin
sentir miedo y sin sentir que defraudo a los demás.
La
búsqueda de la felicidad no es ni será fácil pero quiero confiar en que no es
utopía y algún día encontrare la olla de oro al final del arcoíris.
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