Últimamente
no he estado muy bien, mi ánimo ha caído un poco más, cada vez un poco más al
fondo. Ya no me siento como yo misma, es difícil de explicar pero se siente
como si la oscuridad se apropiara de mi corazón, de mi cuerpo, de mi cerebro
completo… al parecer no tengo una razón aparente para este sentimiento,
sencillamente son una gran cantidad de cosas que han ocurrido a lo largo de mi
vida, una gran cantidad de dolores que he tenido que soportar.
Si,
soy débil, por más que intente levantar la cabeza y sonreír como siempre, no
puedo hacerlo sinceramente, no me sale desde hace mucho tiempo. Anoche mientras
iba en el bus para mi casa me di cuenta que este dolor viene desde la
adolescencia, desde ese proceso de crecimiento y adaptación a este mundo
insensible y lleno de porquería, porque realmente nunca nos dijeron que crecer
dolía tanto, nunca nos dijeron de una forma que pudiéramos entender que
llevaremos en nuestras espaldas el peso de nuestras decisiones, nunca nos
dijeron que con el tiempo cada uno se hace más individualista y menos
entregado.
Las
causas de mi depresión son varias pero últimamente lo que más me deprime es ver
como este mundo va de mal en peor, de culo pal estanco o de tope al fondo. Y no
solo lo digo yo, por mi actitud y mentalidad fatalistas, lo dice todo el mundo…
ahora estoy leyendo un libro que les recomiendo, se llama La Casa Rosada de
Orlando Mejía Rivera, allí Carmen paciente del Doctor Fandiño dice lo
siguiente:
“… descubrir
que vivíamos en una sociedad moribunda y gastada en sus sueños colectivos,
agotada en sus lenguajes y éramos ciudadanos de un inverso fantasmal en donde
tratar de creer en lago representaba un prodigioso esfuerzo de imaginación…
Fandiño desde os 15 o los 16 años me ha
costado mucho trabajo no sentir la sensación de que cada vez que hablo o pienso
o escribo estoy repitiendo un lenguaje carcomido por los prejuicios históricos
y el tiempo derruido: ¿cómo volver a nombrar las palabras “amor” o “vida” o “libertad”
cuando el peso de la historia nos quiera lo que tratamos de expresar? Cómo decir
“racionalidad” sin vislumbrar a Treblinka o el rio de muertos de nuestro país
desde las guerras de los mil días, cómo mencionar “democracia” sin sonrojarnos,
cómo expresar la palabra “justicia” sin que sintamos 5.000 años de injusticias
gimiendo en el fondo de la historia, (…) ¿cómo es que nacimos en una civilización
moribunda cuya agonía se prolonga por más de 100 años?”
Esto
lo dice una enferma mental que está encerrada en la Casa Rosada, en el psiquiátrico,
he tenido conversaciones con personas que me dicen que está de moda ir al psicólogo,
he escuchado de un montón de gente que necesita ayuda con todos sus pesos que
llevan encima, entonces la solución supongo que no está en ir al psicólogo, ya
lo he hecho y si ayuda bastante, pero si nuestro pensamiento fatalista no
cambia nunca podremos hacer bien la tarea que nos pone el psicólogo… pero ¿cómo
dejamos esa negatividad atrás si este mundo nos satura de mierda diaria?, si está
bien verle el lado positivo a las cosas, pero ¿no han notado cómo por una
acción buena hay diez mil más que son malas?.
Sé
que ya he publicado varios post que en esencia dicen lo mismo, pero esta mierda
de mundo y de sociedad no me deja escapar tan fácilmente, por más que lo
intente con la marihuana, con los libros, con las películas y con mis amigas,
este desasosiego social no me abandona y con el paso del tiempo se hace más y
más fuerte….
No hay comentarios.:
Publicar un comentario