miércoles, 21 de mayo de 2014

Micro historia – Por Suciologa

Bueno últimamente me la paso viendo chick flicks (bueno más que de costumbre), y en el último que vi decían algo muy interesante, sobre la generación egoísta en la cual me incluyo y seguro muchos de los que lean esto también harán parte, básicamente son los llamados adultos jóvenes, no se sienta discriminado(a) pero si tiene menos de 25 años no hace parte de este club, usted todavía es un bebe y si tiene más de 35 años tampoco hace parte de este club ya es un adulto a secas, el punto es que después de ver esta película y pensar idioteces se me ocurrió cómo funciona la vida morbo-arrecho-afectiva de mi generación y como podría ser en el futuro, así que ojo a esto:

María es una mujer de 27 años que está a mitad de su carrera, estudia de noche trabaja de día como asistente de gerencia y cuando sale con sus amigas en días de quincena se cree Carrie Bradshaw y cuando no tiene mucha plata se siente como Kim Kardashian, Juan de 29 años es un tipo a punto de terminar su carrera ya es ejecutivo junior en una empresa X, está a punto de terminar su cheviyplan y por fin dejará el transmilenio.

Resulta que un día Juan va cansado a tomarse un  café y María está en el mismo lugar tomándose una copa de vino y leyendo alguna novela, el piensa que ella es una desparchada pero le parece atractiva, así que haciendo uso de sus modales impostados y su ficticia caballerosidad le invita una copa de vino, luego se sienta en la mesa de María y hablan, sorprendentemente descubre que es una mujer interesante, y después de luchar una hora consigue su teléfono, pasan un par de días hablando por whatsapp ya se stalkearon mutuamente, así que vuelven a verse, van a comer a un restaurante bonito pero ni muy muy ni tan tan, luego a un bar después de la cuarta cerveza se besan y descubren que hay eso que la gente llama química, él le propone ir a un motel, no crean el tipo se paga la universidad y adquirió un crédito para un carro, obvio vive con los papás, ella se ríe su respuesta es “voy al baño”, sale literalmente corriendo al baño a llamar a todas sus amigas y pedir autorización, porque es claro que aunque somos de la generación egoísta, en especial las mujeres para sentirnos bien buscamos aprobación social, después de un par de sí y un par de no, decide que debería intentarlo el tipo no tiene cara de psicópata.

Pasan tres meses el sexo es fantástico,  a veces salen a cine, ha comer, incluso ya han salido con algunos amigos, y de repente la mamá de María se enferma y ella está muy asustada pasa todo el fin de semana en el hospital y al único que llama es a Juan, el no aparece, es la final del torneo de futbol, es en ese momento en el que María entiende que vio en Juan más de lo que había y decide cortar, Juan se siente extraño en el fondo le entristece cortar con María pero como el mismo dice hay mas peces en el mar, luego de eso Juan sale con algunas mujeres, María consigue novio dura una eternidad con él, los dos terminan su carrera, escalan en su profesión, y deciden que es hora de “sentar cabeza”, así que María le envía señales a su novio para que dé el paso y le proponga matrimonio, Juan encuentra una mujer que le parece perfecta (por qué se parece a su mamá) no es que muera de amor pero ella es una persona estable y le ha perdonado un par de infidelidades y el que prefiera en ocasiones el futbol y sus amigos antes que a ella (No crean que la novia de Juan es diferente a María, ella está en la misma situación con su novio).

Se casan, pasan los años tienen hijos María deja de interesarse por el sexo, incluso deja de sentir que es Carrie Bradshaw ahora es como Martha Stuart dando clases de cocina, Juan se aburre del mismo “menú” y cree que se ha enamorado de una colegiala juguetona con la que tiene una relación de unos seis meses hasta que descubre que su esposa lo sabe y decide no arruinar su matrimonio y cortar con la colegiala, María también esta harta del mismo barrigón que ya no aguanta más de un polvo, pero a diferencia de Juan no se busca un amante, ella prefiere seguir siendo una “dama” y revolcarse sola y callada en su miseria, y así siendo miserables acaban su vida Juan y María.

Pero antes que empiecen a odiarme qué tal si: Juan el fin de semana que la mamá de María se enferma pasa por la clínica y la acompaña y deciden no etiquetar su relación, pero si estar el uno para el otro cuando lo necesiten, al fin deciden cortar, pero al encontrar otras personas, no van a temer involucrarse emocionalmente, y si, quizá se casen y tengan hijos y sean como esas parejas de viejitos que uno ve en los chick flicks, ¿porque no? También podría pasar.

El tema es que la gente de mi generación prefiere el dinero y la banalidad y medimos el éxito en cuanto a nuestras relaciones con que tan buena o churro han sido nuestras parejas, o que cargos ocupan, o los lugares y viajes que hicimos, incluso cuantas veces logramos ser infieles sin que lo notaran, no estoy criticando a nadie, me incluyo en todo esto, y quizá sea esa la razón por la que el mundo cada vez ama más las cosas que a las personas y las tragedias del prójimo si nos duelen, ese dolor no dura más de un día, y cada dos meses encontramos al amor de nuestra vida.

Si lo sé esto es muy trascendental, pero no me juzguen estoy vulnerable y hoy no tengo dinero para chocolates.

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