La
vida va pasando, pero yo no me muevo con ella, me muevo con otras cosas, como
la música que baila conmigo y me invita a probar mucha mas de ella. Es una
amante como ninguna otra lo puede ser, ella es capaz de llenar mí ser entero
con solo dos notas, también es capaz de despertar y sacar a pasear el demonio
de mi interior, ese que tiene nombre propio y se comporta como mi complemento.
Me
muevo también con la ilusión de buscar la tranquilidad y la paz, que tanto le
hacen falta a este cochino mundo, esa paz que la música también me ayuda a
encontrar; en espacios vacíos y paredes grises trato de encontrar la
tranquilidad dibujada en una clave de sol, esa tranquilidad que todos nuestros
antepasados han buscado, con tantas guerras alrededor del mundo han tratado de
encontrar la paz. Irónico verdad?
Me
muevo también al son de la lluvia y el viento, es algo que se puede sentir
fácilmente en una ciudad como esta, a pesar de la gran cantidad de gente
asquerosa, carros contaminantes por montón, violencia e inseguridad a la vuelta
de tu casa, a pesar de todo eso y mucho más, aún se siente la lluvia y la brisa
e la cara; pero no todo el mundo es capaz de sentirla, solo quienes tenemos el
espíritu abierto y libre, podemos sentir lo que realmente significa la lluvia.
El
amor también me mueve, ¡y qué cosa si me sacude¡ el amor por la vida, por la
paz, por las cosas, por el amor, por las personas, por la soledad, por ti, por
la música, por mi… el amor en todos los sentidos , formas y tamaños me mueve
como a una pequeña hoja en un bosque lleno de viento. El amor poderoso… la
gente dice que el amor todo lo pueden pero no caen en cuenta que dentro de ese “todo” esta también el odio, esta claro que si todo lo puede y esta tan lleno de
poder, también puede mutar de su forma originar y convertirse en odio.
Odio
que también me mueve, casi de la misma forma en que lo hace el amor; odio
muchas cosas, hasta siento que en algunos momentos me odio, mis odios son
variados, cosas como las multitudes, las monas, los brutos, los que no fuman,
los que no fuman y critican a los fumadores, los morrongos, los puentes, las
alcantarillas, los pies (odio los pies más que a las monas) y otras mil cosas más
que merecen mi odio, como la mala música y los malos músicos que se creen
excelentes.
Supongo
que como a todos los seres humanos, también me mueve el egoísmo, ese afán de
ser más que mi vecino, ese malvado mundo capitalista que se mueve por medio del
dinero y la adquisición. Me mueve tener la última tecnología, la mejor ropa (no
importa el precio), la mejor joint, los mejores escritos (aun cuando sé que no
son los mejores), el mejor gusto musical y literario, las mejores amigas…
Si,
efectivamente me contradigo en todo lo que escribo y digo, pero bueno la vida
en sí misma es una contradicción que nos hace movernos con ella y nos obliga a
hacerlo, porque si no nos movemos, el mundo es capaz de devorarnos enteros, ni
siquiera deja los huesos, no señor, este maldito y avaro mundo se traga hasta tus
pulgas y lombrices.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario