miércoles, 30 de octubre de 2013

Las tetas – Por Suciologa

Mis tetas talla 36 y yo tenemos todo el derecho de caer en el cliché de hablar de ellas, como lo hace últimamente todo el mundo, pero es que sí alguien tiene derecho hablar de ellas soy yo.

Y la historia empieza así, una dulce y nerd niña de 13 años está en esos cambios físicos que nos ocurren a todos en especial a nosotras  y un día esta dulce niña se acostó a dormir muy planita ella y se despertó en talla 32, cosa que a pesar de vivir en una ciudad muy calentana no generó nada bueno, porque a comparación de la mayoría de las compañeras de clase, esta dulce niña se veía súper tetona, cosa que dificultó el que  pudiera correr, continuar con la gimnasia y la danza clásica, porque este par de tetas desde que recuerdo que me acompañan se han movido casi que con vida propia.

Lo peor, según como lo he sentido, vino con los años porque ellas no pararon de crecer, y aunque por los senderos de mi vida me he topado con viejas mas tetonas que yo, por alguna maldita razón qué todavía no entiendo todo el mundo termina mirándome las tetas a mí, pase por todos los looks, tipo niño en camiseta ancha, pensé que eso me tapaba y no, resulta que les daba mas volumen a mis queridas tetas, luego use ropa más ajustada pero más tapada y tampoco yo no sé si por esa época crecieron más o qué pero se me veían enormes, hasta que un día decidí que me iba a importar un pito y que simplemente iba a usar cosas que me parecieran lindas y si mostraba o se veían grandes no iba a ser motivo de amargura, gran pajazo mental el que me hago aun.

Creo que se habrán dado cuenta, yo odio a mis tetas, lo triste es que ellas no tienen la culpa, lo que hace que las odie es la horrible sociedad, empezando por las de mi genero, porque he oído a viejas mas tetonas y mostronas que yo criticarme porque les parezco muy mostrona solamente por que el idiota neandental que les gusta me mira las tetas a mí y no ha ellas. He tenido que aguantar que hagan burlas estúpidas sobre el tamaño, que los tipos sean incapaces de mirarme a los ojos por estar mirando más abajo y lo peor de todo es que la gente cree que el tener tetas hace brutas a las mujeres, pues hablo por mi y por muchas como yo, lo mas voluptuoso que puede usted encontrar en una mujer tetona no son sus tetas es su cerebro, así que mucho ojo con lo que dice.

Aunque no todo ha sido malo, porque este par de tetas han logrado que me inviten tragos y después hacerles pistola a los idiotas que pensaban que un trago sería suficiente para tener acceso a ellas y además mis pocos pero interesantes amantes se que han disfrutado mucho de ellas.

Y ahora si mis tetas y yo les decimos adiós.

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