En
una ciudad atestada de gente maloliente e intolerante vive Hormonin, ella decidió
pasar su vida haciendo daño a las mujeres, una vez al mes las tortura y las
altera a tal punto que las pobres mujeres de su ciudad tienen los más
inimaginables problemas en su vida personal. Pero ¿por qué ella se convirtió en
ese antihéroe que nadie quiere ser?
Un
día cualquiera, en una ciudad cualquiera Jimena se levanta a las 6:00 am, se
arregla y sale a tomar el transporte para su trabajo, su periodo mestrual
estaba por llegar, por lo tanto sus hormonas estaban alborotadas e inquietas.
Ese viernes al parecer normal estaba sucedido por una semana de imprevistos y
alteraciones, entre ellas la pelea con su mejor amiga por causa de su novio y
los celos que él le producía, la desconfianza y el miedo al engaño constante por
parte de su novio, la pelea en su trabajo con el compañero que se la quiere
comer, pero ella decentemente le dice que no le joda la vida, las muchas tareas
que debía entregar en su universidad… varias cosas que al parecer eran
pequeñas, pero que ya estaban llenando su cabeza al borde de un colapso
histérico nervioso.
Un
cuadro no tan lamentable como para querer destruir la vida de todas las mujeres,
dirían algunos, sin embargo ese día fue el detonante de esta terrible historia
de terror. Antes de salir de su casa tenía planeado usar el pantalón negro con
la blusa negra y los zapatos rojos, todo perfecto, hasta los zapatos, fue a
meter su delicado pie y encontró que su hermana menor los había usado y dejado
mal olientes. Asco, dijo Jimena. Refunfuñando se cambió por los morados de
tacón, casi no le gustaban porque no eran cómodos y le maltrataban su delicados
pies. Cambio de chaqueta y sale de casa. Tres calles después de la suya, su
lindo e incómodo zapato de tacón se quedó pegado a un hueco del piso, al
parecer específicamente diseñado para dañar los tacones de las mujeres, dio un
paso y su pie descalzo se estrelló con fuerza, causándole un esguince en su
delicado tobillo. Con un poco de histeria por su desgraciada suerte, regresó a
su casa y cambió sus zapatos.
Todo
parecía normal ahora que iba en zapatos bajos, tomó el bus que la llevaba
directo a su trabajo. Logró subirse en el primero que pasó, lleno como siempre.
Todas las personas estaban encima de todos, mal olientes e intolerantes se
rosaban sus genios con cada frenada del bus; Jimena estaba contra la puerta,
con tres personas anulando definitivamente el poco espacio personal que tenía para
respirar, en una de esas una persona de raza negra le queda en frente suyo, tan
en frente que si bajaba un poco su mirada, sus pestañas se estrellarían con sus
senos de hombre, es importante aclarar que ella no es racista y no discrimina a
ninguna persona por ninguna de sus condiciones o aspectos, en fin, el afro
descendiente estaba casi encima de ella y cada vez que frenaba el bus Jimena sentía
como la panza gorda del negro se estrellaba contra su ser. La paciencia cada
vez disminuía más…. A tal punto que unas cuantas lágrimas de desesperación
empezaron a correr por sus mejillas. Desesperada trató de respirar para contener
sus lágrimas, pero el aire no era suficiente, las 160 personas que estaban con
ella en ese horrible transmilenio se robaban su aire y un ataque de pánico
empezó a aparecer; sudaba y todo el cuerpo le temblaba, parecía no responder
por la falta de oxígeno, sus hormonas alteradas gritaban todas juntas por un
poco de calma, nada pasaba y ella se desesperaba cada vez más. Las personas a
su lado gritaban, también desesperadas, por la demora del conductor, por el
gran trancón y por el contacto insipiente con las otras personas mal olientes.

Este
grito desesperado se extendió por toda la ciudad, como una nube espesa llegó
hasta las partes más recónditas de ciudad mal oliente. Ella sintió como su
cuerpo se hacía más grande y rosado, sentía como la rabia emergía desde su ser sin
miedo alguno a reprimirlo, sentía tristeza por la ausencia casi constante de su
novio, sentía dolor, ira, felicidad y todo al mismo tiempo, acompañado por un
hambre voraz…. Nada de eso intentó ocultarlo como siempre lo hacía, esta vez
decidió dejarlo salir y explotar como siempre había querido. A partir de ese
momento nació la villana Hormonín, afectando a todas las mujeres por cerca de
una semana antes de su periodo mestrual.
¿FIN?
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