martes, 24 de noviembre de 2015

Hormonin - By LPDLN

En una ciudad atestada de gente maloliente e intolerante vive Hormonin, ella decidió pasar su vida haciendo daño a las mujeres, una vez al mes las tortura y las altera a tal punto que las pobres mujeres de su ciudad tienen los más inimaginables problemas en su vida personal. Pero ¿por qué ella se convirtió en ese antihéroe que nadie quiere ser?

Un día cualquiera, en una ciudad cualquiera Jimena se levanta a las 6:00 am, se arregla y sale a tomar el transporte para su trabajo, su periodo mestrual estaba por llegar, por lo tanto sus hormonas estaban alborotadas e inquietas. Ese viernes al parecer normal estaba sucedido por una semana de imprevistos y alteraciones, entre ellas la pelea con su mejor amiga por causa de su novio y los celos que él le producía, la desconfianza y el miedo al engaño constante por parte de su novio, la pelea en su trabajo con el compañero que se la quiere comer, pero ella decentemente le dice que no le joda la vida, las muchas tareas que debía entregar en su universidad… varias cosas que al parecer eran pequeñas, pero que ya estaban llenando su cabeza al borde de un colapso histérico nervioso.

Un cuadro no tan lamentable como para querer destruir la vida de todas las mujeres, dirían algunos, sin embargo ese día fue el detonante de esta terrible historia de terror. Antes de salir de su casa tenía planeado usar el pantalón negro con la blusa negra y los zapatos rojos, todo perfecto, hasta los zapatos, fue a meter su delicado pie y encontró que su hermana menor los había usado y dejado mal olientes. Asco, dijo Jimena. Refunfuñando se cambió por los morados de tacón, casi no le gustaban porque no eran cómodos y le maltrataban su delicados pies. Cambio de chaqueta y sale de casa. Tres calles después de la suya, su lindo e incómodo zapato de tacón se quedó pegado a un hueco del piso, al parecer específicamente diseñado para dañar los tacones de las mujeres, dio un paso y su pie descalzo se estrelló con fuerza, causándole un esguince en su delicado tobillo. Con un poco de histeria por su desgraciada suerte, regresó a su casa y cambió sus zapatos.

Todo parecía normal ahora que iba en zapatos bajos, tomó el bus que la llevaba directo a su trabajo. Logró subirse en el primero que pasó, lleno como siempre. Todas las personas estaban encima de todos, mal olientes e intolerantes se rosaban sus genios con cada frenada del bus; Jimena estaba contra la puerta, con tres personas anulando definitivamente el poco espacio personal que tenía para respirar, en una de esas una persona de raza negra le queda en frente suyo, tan en frente que si bajaba un poco su mirada, sus pestañas se estrellarían con sus senos de hombre, es importante aclarar que ella no es racista y no discrimina a ninguna persona por ninguna de sus condiciones o aspectos, en fin, el afro descendiente estaba casi encima de ella y cada vez que frenaba el bus Jimena sentía como la panza gorda del negro se estrellaba contra su ser. La paciencia cada vez disminuía más…. A tal punto que unas cuantas lágrimas de desesperación empezaron a correr por sus mejillas. Desesperada trató de respirar para contener sus lágrimas, pero el aire no era suficiente, las 160 personas que estaban con ella en ese horrible transmilenio se robaban su aire y un ataque de pánico empezó a aparecer; sudaba y todo el cuerpo le temblaba, parecía no responder por la falta de oxígeno, sus hormonas alteradas gritaban todas juntas por un poco de calma, nada pasaba y ella se desesperaba cada vez más. Las personas a su lado gritaban, también desesperadas, por la demora del conductor, por el gran trancón y por el contacto insipiente con las otras personas mal olientes.

Jimena no soportó más esta situación y se desplomó, aunque decir eso sería una gran mentira, por la falta de espacio solo pudo caer de frente, quedando de pie, sobre el negro de antes. No recuerda qué sucedió pero entró en conciencia unos 20 minutos después, en una ambulancia arropada con una cobija mal oliente y usada quien sabe por cuantas personas más. Tratando de regresar en si pensó en su novio, lo llamó para buscar calma en sus cálidas palabras, pero no, no contestó, por ningún medio. Lo llamó y le dejo varios mensajes, pero fue imposible, él usualmente estaba en cosas mucho más importantes que prestarle a tención a su histérica novia. De nuevo la ansiedad amenazaba con devorar su pequeño ser, no pudo contener más y estalló en un gran grito.

Este grito desesperado se extendió por toda la ciudad, como una nube espesa llegó hasta las partes más recónditas de ciudad mal oliente. Ella sintió como su cuerpo se hacía más grande y rosado, sentía como la rabia emergía desde su ser sin miedo alguno a reprimirlo, sentía tristeza por la ausencia casi constante de su novio, sentía dolor, ira, felicidad y todo al mismo tiempo, acompañado por un hambre voraz…. Nada de eso intentó ocultarlo como siempre lo hacía, esta vez decidió dejarlo salir y explotar como siempre había querido. A partir de ese momento nació la villana Hormonín, afectando a todas las mujeres por cerca de una semana antes de su periodo mestrual.

¿FIN? 



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