El fin de semana me sentía
anestesiada, realmente creía estar más que bien conmigo misma o más bien no sentía
nada de nada, sin embargo los lunes que usualmente solía amanecer amargada y
con ganas de matar a alguien porque amo mi tiempo de descanso, cambiaron y
ahora amanezco meditabunda, si se han dado cuenta los últimos lunes he escrito
un post, sobre cómo me siento.
Hoy siento que estoy en un
constante estado de turbulencia, realmente me siento como una de esas personas
que se emborrachan antes de subirse al avión porque temen volar, pues yo me
siento así, estoy temiendo tanto enfrentarme a mi misma esta vez, que estoy
evitando por todos los medios el tema, aun pienso en eso (ya saben de que
hablo), pero con lo habladora que soy, créanme que no he vuelto a tocar el
tema, es que realmente no es lo mismo pensar y hablar con uno mismo de algo,
que exponerlo al mundo o bueno a las personas que lo rodean a uno, da hasta
pena taladrar con el mismo temita.
Sin embargo no puedo dejar
de pensar, porque me siento tan frustrada con mi vida, yo he tomado mis decisiones
y algunos riesgos aunque no lo parezca, realmente haciendo un análisis a
conciencia, si he vivido, tal vez las cosas no se dieron como hubiese querido,
pero he tomado mi vida y he hecho con ella lo que a bien se me ha dado la gana,
que si aun no termino la universidad, como alguna vez alguien dijo por ahí “lo
importante es que hay salud”, que si mi círculo social es del tamaño del talento
de Justin Bieber, pues siempre ha sido así, desde que inicié el colegio a los 4
años nunca tuve más de 4 amigos, así que eso también ha sido mi elección y
aunque a veces he querido cambiarlo, también creo que la gente en la vida de
uno le pone más peso al equipaje, y lo mejor que uno puede hacer es andar liviano,
si con dos amigas tengo severos dramas, no me quiero imaginar cómo sería si
fueran diez.
Mi familia es otro tema, uno
largo y del cual no tengo interés de hablar, es mi parte más intima, esa parte
que solo yo conozco y solo yo entiendo, por otro lado el amor ha sido algo que
no puedo decir que siempre ha fallado, he tenido mis buenos momentos y mis
buenos “romances” (no han sido muchos por cierto, si quisiera que fueran más) pero
lastimosamente no han tenido un final como el de las novelas que he leído durante
mucho tiempo, pero quizá es eso, que aun no llega mi historia “sin fin” y creo
que no va a llegar hasta que yo no sane mis heridas que aun suelen sangrar y
tal vez por eso me enfrasque durante un tiempo en una especie de relación, que
me permitía mantener ocultos mis sentimientos, y al darme cuenta que ya se escribió
la última línea de esa historia, me siento vacía, y siento una enorme tristeza
por no haberle dado un mejor final a una historia que posiblemente pudo ser
mejor, en fin ese pensar en el pudo ser y no fue, pero sobre todo sentirme
defectuosa, sentir que la falla está en mi, que no tengo eso que se necesita,
para que un hombre que este conmigo quiera más que mi cuerpo, mientras yo me
quede esperando que ese alguien quisiera algo más.
Esos problemas de autoestima
que muchos tenemos y que no son culpa de nadie. A veces algunas personas temen
estar solas y por eso se enfrascan en relaciones dañinas, y a veces algunos
tenemos tanto miedo a entregarnos que nos enfrascamos en relaciones que no
existen…
La banda sonora de este
post:
https://www.youtube.com/watch?v=gwmWEr67hzQ