jueves, 10 de octubre de 2013

La delgada línea entre profe póngame EN cuatro y profe póngame UN cuatro – Por Sucióloga.

Este post no es para sacar ninguna reflexión o para concluir algo, es para contarles porque ahora me gustan las noches de los lunes y entre estudiar o descualquierarme un viernes, yo prefiero estudiar. Son dos profesores el profesor A y el profesor B los que me tienen “estudiando” fuertemente.
El profesor A es el rico chicharrón ron ron ron, es lindo muuuy lindo, es muy inteligente (lo digo porque todo lo que explica se entiende muy bien a pesar de un distractor grande que tiene), tiene una sonrisa que derrite automáticamente, un estilo nerd chick que me encanta, pero lo que más llama la atención en él es su enorme distractor, porque este joven adulto para ser hombre tiene un CULO delicioso, yo me pierdo mirándolo y me imagino con una fusta en la mano poniendo en práctica todo lo aprendido en la trilogía de 50 sombras de Grey, el problema está en que ya he morboseado tanto a mi lindo profesor A que cada vez que me habla me pongo como un tomate, el acento materno me fluye más que de costumbre, pero es justo en ese momento en el que alineo mis chakras, relajo mi pelvis (no mucho la verdad) y recuerdo las sabias palabras de mi querida amiga LPDLN “Reina usted puede, mírelo a los ojos, sosténgale la mirada y demuéstrele que usted es muy inteligente, no sea morronga hágale”, lo he intentado un par de veces pero aun no lo logro, sin embargo lo seguiré intentando.
Ahora les voy a contar de mi profesor B, el man es un importaculista de aquí hasta la Conchinchina, siempre se viste de negro, (no sé si todos los días usa la misma ropa o todo lo que hay en su armario es igua)l, es mechudo, bajito, ni feo ni bonito, anda con una maleta grandota, se sienta a dictar clase y habla y habla, la carreta es interesante pero al no le importa si le entendemos o no, pero así me gustan los tipos a mí, lo que más me atrae es que el man tiene cara de NADA si de NADA, es más bien apático, sonríe solo cuando llega trabado a clase, y es lo único que uno puede medio adivinar del man, me gusta eso, porque mi corta pero importante experiencia me dice que los tipos con cara de nada son tremendos, son buenos en la cama, excelentes conversadores, un sentido del humor usualmente negro casi carbón que es la locura, con estos tipos desde irse a un parque a verlos fumar un porro hasta salir en plan “romanticuchon” es una chima, se pasa un muy buen rato y lo mejor es que son inteligentes, son tan perros como cualquier otro tipo de hombre pero estos no se dejar pillar tan fácil, a este ni lo miro a los ojos, pero seguro está más cerca que el profesor A.
Si tuviera que elegir creo que por primera vez en mi vida los elegiría a los dos, pero como sé que no me tocara elegir, si el diosito origasmico me quiere poner a uno de ellos en frente pa que yo aproveche pues ni corta ni perezosa le diré: “Porfe póngame en cuatro.

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